sábado, 2 de mayo de 2015

Estrés, ansiedad y depresión: enfermedades del siglo XXI

 
 
Estos tres términos (estrés, ansiedad y depresión) nos suenan a todos. Actualmente, están a la orden del día y todos conocemos alguien cercano que los padece o ha padecido y seguramente nosotros mismos a lo largo de nuestras vidas sufriremos alguno de ellos.
 
 
 
Puede resultar paradójico, que en la actualidad en los países más avanzados contamos con más y mejores medios que nunca, una asistencia sanitaria muy completa, un buen nivel de vida y, sin embargo, cada vez sufrimos más de estas patologías y trastornos. Por el contrario, su incidencia en los países menos desarrollados es mucho menor. Todo esto se podría explicar, porque nuestro estilo de vida actual en ciudades y países más avanzados no es la más idónea por la existencia de una serie de causas que afectan a nuestra salud: el ritmo acelerado que se lleva en las ciudades, la contaminación, los malos hábitos alimenticios, la vida sedentaria, las aglomeraciones de personas y vehículos,…son factores que inciden bastante en la presencia de estos trastornos. De hecho, en países como Estados Unidos la prevalencia supera el 25% ya, lo que nos puede ayudar a hacernos una idea de su importancia.
De hecho, según la Organización Mundial de la salud, estas enfermedades y patologías suponen ya el 12 % del total de enfermedades, por lo que se las conoce ya como las enfermedades y trastornos del siglo XXI, y que pueden llegar a ser muy limitantes para quién las sufre.
A pesar de todos estos datos, todavía solemos confundirlas entre ellas y muchas veces ni siquiera quién las padece está tratado, lo cual supone un problema muy grave para el individuo, ya que van desde trastornos leves hasta altos grados de severidad que pueden reducir la calidad de vida de quién las sufre de manera drástica. De hecho, según la OMS entre un 35 y un 50% de las personas que padecen alguno de estos trastornos no han sido diagnosticados ni tratados.




La depresión es una enfermedad, como puede ser cualquier otra, y que como la psiquiatría define es un trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente. Hay distintos grados en la clasificación de los distintos estados de depresión que varían en su incidencia en el paciente, desde los más leves a otros que pueden a llegar a afectar mucho la salud y vida del quien los sufre.




Por tanto, y como conclusión, podemos señalar que los tres trastornos tienen una incidencia cada vez mayor, y que es fundamental siempre acudir al médico especialista ya que son patologías y trastornos que se pueden tratar y conseguir que los superemos. Es importante conocerlos, aceptarlos si se sufren y saber que esa situación va a mejorar con la ayuda del médico.



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